¿Qué tal lleváis la semana, glotones?
Hoy os vengo a contar mi experiencia el pasado jueves en Gastromaquia. Un restaurante situado en el barrio de Chueca, siempre divertido y repleto de gente. Ofrece una cocina fusión entre lo mediterráneo y lo latino, elaborando platos con una materia prima de calidad y unas combinaciones tan exóticas como exquisitas.
Desde que entre por la puerta me hicieron sentir a gusto. El local es acogedor y aún mas su personal que te recibe con una sonrisa y gran amabilidad. El cenar temprano me permite poder elegir la mesa con mas luz para que mostraros las mejores fotos, y tengáis una idea aun mas claro de lo que deseo expresar.
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Sin mas dilación, ¿vamos a ello?
Nos facilitan unas cartas que nos estudiamos, para luego seguir el consejo del camarero. Esto me encanta, cuando en el restaurante son capaces de demostrarme tal pasión al recomendarme platos, que no puedo negarme a probarlos.
Comenzamos con una aperitivo que devoramos, no solo por el hambre que nos ha provocado la carta, sino por lo rico y sencillo que es, aceite virgen con virutas de queso parmesano.
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Pulpo a feira laminado sobre una sedosa espuma de patata con aceite de oliva y un toque de pimentón. Un pulpo crujiente y muy sabroso, la espuma de patata hace una maravillosa función dando un toque de cremosidad. Impresionante.
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Abrazado de atún rojo en lomos abrazados en semillas de ajonjolí, mayo de sriracha y acompañado por una ensalada tropical. Buenísimo.
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Salmón fresco a la plancha con risotto de azafrán y emulsión de tinta de calamar. El salmón estaba en su punto perfecto de cocción, en cuanto al risotto tiene una textura y un sabor que son un lujo para el paladar. Buenísimo.
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Y vamos a por el postre, tarta de queso con helado. Quizás lo menos sorprendente de la noche , al menos para mi. Ya sabéis que soy un poco especial con el postre y los dulzores, aunque siempre lo devoro. Es la NY cheesecake, muy bien de sabor y el helado le da un toque diferente.
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Al final de la cena te ofrecen un chupito, lo cual es un detalle genial.
En conclusión, una propuesta perfecta en pleno centro que no deja de sorprender con su producto y su elaboración.
Localización: Calle Pelayo, Chueca